lunes, 29 de agosto de 2016

Relación de amistad

¡Lunes! El último de este mes de agosto, el último de las vacaciones de muchos de vosotros. Vamos a cambiar un poco la temática del blog ya que las relaciones amorosas no formarán parte de esta entrada, hoy serán otro tipo de relaciones las protagonistas, las de amistad. ¿Empezamos? Let’s go!

La amistad es el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato, al menos eso dice la RAE (Real Academia Española). Esta palabra la usamos con demasiada soltura cuando en realidad, los más afortunados tendrán, a lo largo de su vida, tantas amistades como dedos en una mano. 


La mayoría de nosotros disfrutamos de los llamados colegas, los cuales suelen ser compañeros de clase o de trabajo con los que compartes algunas aficiones. Esta relación se basa en el interés, ya sea el salir de fiesta, tener apuntes, compartir quejas… por eso cuando estas necesidades se satisfacen por cualquier otra persona la unión se rompe, olvidándose el uno del otro. Esto es entendible, ya que ambos saben que es una relación meramente momentánea y que cuando lo que les une desaparezca, también lo hará la relación. 


Sin embargo, el problema llega cuando te consideras amigo de una persona y caes en la cuenta de que no es correspondido. Como en el caso de cualquier otro sentimiento hacia una persona que no sienta lo mismo, esto jode bastante. (Si queréis que os hable del amor no correspondido hacédmelo saber en los comentarios). A partir de entonces es mejor cortar el trato con esa persona, ya que hay individuos que se aprovechan de tu sentimiento de amistad hacia ellas. Y aunque esto suele ocurrir durante la adolescencia, también se da en adultos con baja autoestima y falta de afecto, (con respecto a este tema os aconsejo el libro Respira de Anne-Sophie Brasme). Aquellas personas que hacéis todo lo que os pida vuestro/a “amigo/a” os guste o no, que permitís que os trate mal, que os dejáis influir negativamente solo por tener su falsa amistad, solo tenéis que hacer una cosa, cortar toda relación con ese ser para siempre y empezar a valorarse un poquito más, no hay otra solución. 


Para poder tener cualquier tipo de relación primero hay que quererse a uno mismo y después saber querer a otra persona, en este caso, aprender a ser un buen amigo/a. 


Ser un buen amigo/a consiste en: 
  • Ser merecedor de la confianza de tu amigo/a, cumpliendo siempre tus promesas y manteniendo a buen recaudo sus secretos.
  • Ser sincero/a en todo momento aunque tengas que decir que “no” o cualquier cosa que te haya molestado de su comportamiento.
  • Respetarlo/a siempre, en ninguna circunstancia debes de tratar mal a nadie ni tampoco dejar que lo hagan contigo. Esto es cosa de dos, ambos tienen que ser buenos/as amigos/as.
  • Alegrarse por los logros de la otra persona sin poner trabas para que pueda conseguir sus objetivos. Fuera la envidia y el egoísmo.
  • Nadie es perfecto, todos cometemos errores pero hay que saber reconocerlos y disculparse. Y por supuesto, aprender a perdonar.
  • La amistad es una relación desinteresada por lo que no debes aprovecharte ni usar a la otra persona por puro interés.
  • Hay que aprender a escuchar y saber ofrecer tu apoyo cuando lo necesiten.
  • Estar en las buenas y las malas, pero dejándole su espacio ya que no queremos una relación posesiva.
  • Mantenerse en contacto aunque ya no estéis en el mismo lugar.
  • Dejar que la amistad evolucione al mismo tiempo que lo hacemos nosotros sin temer a los cambios.
 Estos son algunos pasos a seguir para tener una buena amistad, pero también para ser mejores personas, dejando menos haters en el mundo, y para tener relaciones amorosas sanas.




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¡Ánimo con la vuelta a la rutina!


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